contrariarlo. Yo no veo a V. E. aulorizaclo para cllo ni la nacion , , ni el supremo gobierno, 11i el ejercilo, pueclen conscnlir que se les alropclle y deshonre de Lal mancra. Por mi parle me es precipelle y deshonre de Lal manera. Por mi partc me es preciso manifestar a V. E. esplientamenlc, que Lal conducta jamas lcnclra mi aprobacion, asi como no la luvo, y V. E. lo sabe muy hien, la rctirada que se hizo emprendcr al ejercito clescle el no Brazos; y si me fue preciso seguir aquel movimiento clespues de haberme clejaclo con solo 40 hombres en Brazoria, por la orclen que V. E. dio a la parse de mi division que habia dejado en Columbia, para que ·sin espcrar las nuns se le incorporase dcjando en descubierlo mi retaguardia, fue tan solamcnle compelido por la obedicncia militar que sujeta mis disposiciones a las superiores de V. E. - Poclra clecirse que estos acontecimienlos son dictados por el Ecsmo Sr. general presidente Pero si bien las orclenes de S. E. son en todos tiempos respetables, pleberan acaso ser acatadas con la misma ceguedacl hoy que, desgraciadamente y con oprobio nueslro, e haya prisionero con los enemigos? quien puede asegurar, por otra parte, que al comunicarlas S. E. no contara con nuestra discrecion en no cumplirlas? Yo me inclino a pensarlo asi, porque el general Santa-Anna ha mirado siempre por el honor <lei ejercilo mexicano, y por que esle ullimamente le ha debido Lodo su ser habiendolo sacado casi de la nada en que lo habian sepultaclo nuestras convulsiones politicas. V. E. Lenia un medio que debia couciliar los estremos y salvarnos de responsabiliclades y criterios: este era la supreme resolucion de nuestro g buerno, a quien se le clio parte de lo ocurrido. Yo suplique a V. E. en Guadalupe Victoria que la esperase situado el ejercito en el Copano, Goliad y Bejar, pues que nada nos estrechaba a violentas la marcha: ahora repito nu suplica para que no se dea mas molivos que menoscaben el nombre y repracion clcl ejercilo mexicano. Pensemos tambien en la suerle de lantas familias mexicanas que, situadas por una y olra parle del rio de San Antonio de Bejar, no conservan hoy masque la ecsislencia, y esta la perderan si permanecen en el pais dcspues de abandonarlo por nuestras tropas, o tendran que seguirnos, patentizanclo en todas parles nueslra poca generosidad y la 11ingum1 correspondencia con que hemos pagado sus sacrifieios.- Por ultimo, Ecsmo. Sr., los pesos dados por el ejercito en Tejas, daran a entender a la nacion toda una clerrota complcta quc no CC':-i:-lt•. )' sera acaso la causa de que, commovicndose Lodos los a11imos, ~·
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