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repasar el Colorado, y cesare las hostilidades, siempre que el enemigo no de lugar a continuarlas. Los generates Gaona, Urrea, y Ramirez y Sesma con sus divisiones, se hallan unidos a mi, como arriba dije; V. E. sabe muy bien las fuerzas disponibles con que yo puedo obrar con estas divisiones, y por consiguiente, conocera que ceso las hostilidacles, a pesar de mi responsabilidad con el supremo gobierno, unicamente, repito, por la consideracion debida a su persona, y a la paz de la republica; mas en cambio, quiero saber tambien que esta y la de los prisioneros ecsistentes seran enteramente respeladas, como lo son la de varios de los contrarios que tengo en mi poder. Cesando, como digo a V. E., las hostilidacles, seran respetaclas tambien las propiedades, se tomara solo lo muy preciso para el ejercito, y si su dueno comparece, sera pagado religiosamente, como lo habrian sido, si no hubieran dejado abandonaclas, y en la mayor parte quemadas sus habitaciones. Algunas pcquenas casas de madera han sido incendiaclas, con indignacion mia y de los senores generales que vienen a mis ordenes; este hecho, cometido por los merodeadores, que nunca faltan en los ejercitos, llamo nuestra atencion en tal graclo, que en consecuencia, impuse pena de la vida al que lo repitiese, aun antes de recibir la comunicacion de V. E. Como V. E. me dice que se ha acordado con el general Houston un armisticio, y no me esplica las bases de el, pasa el general D. Adrian Woll para imponerse de ellas, para que sea cumplido por nuestra parte, y poder tambien ecsigir su cumplimiento a los contrarios. Con lo dicho queda obsequiado todo lo que V. E. me dice en su ya citada nota y yo tengo la mayor satisfaccion en reiterarle mi aprecio y consideracion. Dios y libertad. Arroyo de San Bernardo, Abril 28 de 1836. - Escmo. Sr. - Vicente Filisola. - Escmo. Sr. presiclente, general en gefe del ejercito de operaciones, D. Antonio Lopez de Santa-Anna.
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