The Austin Papers, Vol. 1 Pt. 1

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AMERICAN HISTORICAL ASSOCIATION.

las arrenas que bajnn los rios en sus crecientes. Los terrenos en Io general son de primera calidad· para la ngricultur:.i, y crias par- ticu1armente en el Colorado, Brazos, y Trinidad. El clima es muy sano en toda la estencion del pais a ecepcion de las tierras que estan sobre la costa donde es probable que con el aumento de la poblaciou apa.rescan las calenturas y otras enfermedades indemicas. Tiene abun- dantes y ricas maderas de toda clase tanto para carpinteria como para construccione de buques, yerbas medicinales, pesca y caza. Las poblaciones de Tejas son: La Ciudad de San Ant 0 de Bejar sn antigua Cap' el presidio de la baia del Espiritu Santo, y la Villa de Sn Felipe de Austin nuevamt•. fundada por el Ciucl 0 Estevan Aus- tin con una colonia estrangera. Bejar consta de dos mil almas; la Bahia de ochocientas y la Villa de Austin de dos mil y quatro cientas. Hay ademns como diez mil almas que se ban establecido en la fron- tera sin permiso del Gobierno y de estas se puede asegurar que un mil por lo menos son gentes criminales de los Esta<los Unidos, bagos y perdidos y como dos mil de reboltosos que aunque tienen familia y habitaciones, no respetan las autoridades ni obeclecen otra ley que la del mas fuerte. Estas familias que se han introducido en el pais sin conocimiento del Gobierno se hallan establecidas la mayor parte dentro de las 20 leguas limitrofes y diez litorales que eceptua la ley de colonibacion de 18 de Agt 0 ultimo. Aunque los Comanches, Lipanes, Tancahues, Carancahuases, y cocos estan de paz en Tejas yen la frontera de Coah 11 no por eso dejan de robar los caballos de los vecinclarios. . Los Tahu:icanos, Tahuaya- ses, y Huicos hacen la guerra en Tejas, matando y robando quanto pneden. Es de creer que no'se remedian estos males, y antes se eleven esperar mo.yores, mientras las compafiias presidiales no se resta- blescan a su antiguo pie, y fuerza, bajo su particular reglamento. Tanto en Coaha como en Tejas, la poca fuerza que hoy esiste es en- tcramente nula per la falta que parece en armas Caballos monturas etc Otro de los incombenientes que hay para que la paz clelos indios no sea s6lida y verdaclera es la cantidad de J\1egicanos perdidos que esisten entre ellos, retraidos de la justicia que los persigue por sus crimenes los quales enlazados con los indios y amoldados a sus cos- tumbres barbaras los incitan a hacer In guerra sobre los pueblos, para -robar y matar: los infinitos cautivos que hicieron en la ultima guerra y existen vo1untariamente entre ellos causan casi los mismos darios qe. los crimina1es refugiados, quando no :fuera otro que el de com- bertirse de cristianos en otros tantos indios tnn feroces, crueles y brutales como ellos. El Gobierno Supremo a quien compete el cono- cimiento de la guerra y la paz con los indios es el unico que puecle con su·s providencias remediar tamafios males. Algunos Anglo Americanos hace mucho tie~po se cledicaron por Ia frontera de Natchitoches al trato y comerc10 con los Comanches,

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