The Austin Papers, Vol. 2

THE AUSTIN' l>APERS 801 porque si el queda allf despues de lo ocurrido, seria lo mismo que decir al ayuntamiento de Austin y a los habitantes de Anahuac: "Todo lo que Vdes. han dicho, es £also. Vdes. son unos miserables, gue no merecen masque ser trntados con desprecio." Si ellos.piensan que se tratan sus quejas de este modo, no las repetiran nunca; pero hay mucho peligro que occurriran a la ley de la naturaleza 6 ley natural, para el remedio de lo que ellos crean son agravios, abusos 6 insultos. Sean justas 6 no estas ideas de parte del pueblo, lo cierto es que es mejor evitar semejantes estremos. He dicho a V. muchas veces, y lo repito ahora, ea i1npo~ble go- be-rnar Tejas por el sisterna mdlitar. Estoy convencido que cuanto mas se aumenta el ejercito de Tejas, tanto mas se peligra la tran- quilidad de aquel pais; y la parte inversa de esta regla es cierta y verdadera, que es que se asegurara.n la tranquilidad y la integridad de aquel territorio, en proporcion que se reduzca alli el ejel'cito. Pot' ejercito quiero decir, todo lo sobrante, a mas de la tropa necesaria para la guarnicion de los puertos y de los puntos de la frontera expuestos a los indios, como Tenoxtitlan. San Saba etc. Desde el afio de 1821 yo he mantenido el 6rden, y se han ejecutado las leyes de mi colonia por medio de los civicos, sin un solo soldado y sin el costo de un peso a la nacion. :Me atrevo a apostar mi cabeza que haria lo mismo en todo Tejas, solamente con la constitucion en la mano y unas cuantas !eyes sabias y adecuadas a la situacion del pais. Race mas de dos afios que pense en organizar los civicos, como coronel del batallon del departamento de Bejar que soy con despacho del gobernador del Estado, y recibf 6rdenes del gobernador al efecto; pero en aquel tiempo hubo mil sospechns e ideas sin funda- mento ninguno en la verdad relativas a Tejns y la organizncion formal de los civicos hubiera sin duda numentado estas ideas fnlsas Y ruinosas a la tranquilidad del pais. Nada hice, por esta razon, con la excepcion de una organizacion limitada sobre la frontera de mi colonia, para defenderla contra los Indios. La situacion de Tejas es muy desgraciada. el artfoulo 11 de la ley de 6 de Abril ha pnralizado el progreso del pnis, y le espone en sumo grado a ser llenado de indios y de gente mala, que vendra sin hacer caso de la ley. A causa de los choques que ha hnbido en Trin- jdad y otras partes, entre la autoridad militar y la del Estado de Coahuila y Tejas, la desconfianza ha entrado, y muchos de los hnbi-, tantes al oriente de mi colonia, creen que no hay gobierno, ni ley, ni nada nIH, mas que la ley del mas fuerte. La (mica autoridnd legf- tima para corregir estos males, es· el gobierno del Estado y no el poder militar. La ley de 6 de Abril, en la parte a que me refiero, debe ser reformada por el congreso nacional; esto es muy importnnte. .Segun me dice el Sr. Guerra, las cosas en Anahuac van mal: es probable que de mal ira.n a peor; y de esto a pe~mo: de este ultimo

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